Las cancelaciones de vuelos pueden arruinar tus planes de viaje y causar mucho estrés. Aunque no siempre es posible evitarlas, hay algunas estrategias que puedes utilizar para minimizar el riesgo de que tu vuelo sea cancelado.
Primero, intenta reservar vuelos temprano en el día. Las estadísticas muestran que los vuelos programados para la mañana tienen menos probabilidades de ser cancelados que los vuelos más tarde en el día. Esto se debe a que las cancelaciones y retrasos tienden a acumularse a medida que avanza el día.
En segundo lugar, elige aerolíneas y aeropuertos con buenas estadísticas de puntualidad. Algunos aeropuertos y aerolíneas tienen tasas de cancelación más bajas que otros. Investigar estas estadísticas puede ayudarte a tomar una decisión informada.
Otra buena práctica es evitar las conexiones ajustadas. Si tienes una escala, asegúrate de dejar suficiente tiempo entre vuelos para cubrir posibles retrasos. Esto reduce el riesgo de perder tu conexión debido a una cancelación o retraso en el primer tramo de tu viaje.
Utiliza herramientas de seguimiento de vuelos en tiempo real. Muchas aplicaciones y sitios web te permiten monitorear el estado de tu vuelo. Estas herramientas pueden proporcionarte actualizaciones en tiempo real y ayudarte a reaccionar rápidamente si hay algún cambio en tu itinerario.
Además, considera suscribirte a programas de viajero frecuente. Las aerolíneas a menudo priorizan a sus miembros frecuentes cuando necesitan reprogramar vuelos o asignar asientos en vuelos alternativos.
Finalmente, siempre ten un plan de respaldo. Conoce tus opciones en caso de que tu vuelo sea cancelado. Esto puede incluir saber qué otros vuelos están disponibles o tener una reserva en un hotel cercano al aeropuerto.
En resumen, aunque no puedes controlar las cancelaciones de vuelos, puedes tomar medidas para reducir su impacto en tus planes de viaje. Siguiendo estos consejos, estarás mejor preparado para manejar cualquier interrupción que pueda surgir.